"Jáchal alza la voz: entre el mercurio y la esperanza"
- Asamblea Jáchal No Se Toca

- hace 7 días
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Colabora: Ambiental & + en conjunto con Asamblea Jáchal no se toca.
(Entrevista realizada en el marco del Cuestionario para Representantes Comunitarios – Derechos Humanos. La asamblea es autogestiva, para colaborar con ellos, alias: asamblea.jnst. Gracias ♡)
Introducción:
En el norte de San Juan, entre montañas y valles, el río Jáchal ha sido durante siglos fuente de vida, trabajo y esperanza. Pero hoy, esa misma fuente se encuentra amenazada. Las vecinas y vecinos del departamento de Jáchal enfrentan una sequía sin precedentes y una contaminación persistente que pone en riesgo no solo el ambiente, sino también la salud y los derechos fundamentales de toda la comunidad.
Desde la Asamblea Jáchal No Se Toca, surgida en 2015, las voces locales se alzan para defender el agua como bien común y derecho humano. Esta entrevista forma parte de un cuestionario que busca dar visibilidad a cómo la contaminación ambiental afecta la vida cotidiana y los derechos humanos, especialmente desde la mirada de las comunidades y de las juventudes que habitan el territorio #PorUnMundoMejor
Entrevista:
1. ¿Qué problemáticas ambientales atraviesa actualmente su comunidad o territorio?
En el departamento de Jáchal (San Juan, Argentina) sufrimos actualmente la peor sequía de los últimos cien años. Esto se debe a las escasas nevadas en la cordillera de los Andes, lo que provoca que falte agua en verano para los distintos usos (poblacional, agropecuario, turístico e industrial).
Sin embargo, el río Jáchal no debería secarse, ya que los glaciares y áreas peri-glaciales continúan aportando agua. El problema es que esa sequía se ve agravada por la destrucción de glaciares y zonas peri-glaciales causada por la actividad mega minera en la mina Veladero (operada por Barrick Gold y Shandong Gold) y por la exploración minera en toda la cordillera.
A esto se suma una contaminación crónica con mercurio que afecta la cuenca del río Jáchal desde hace diez años, tras el primer derrame minero en septiembre de 2015. El mercurio contamina el agua, pasa a los alimentos y a los animales, y finalmente llega a las personas que los consumen —como sucedió en la Bahía de Minamata, Japón.
2. ¿Desde cuándo vienen enfrentando estos problemas y cómo se fueron agravando o transformando con el tiempo?
Estos problemas se hicieron visibles hace aproximadamente una década. Desde la Asamblea Jáchal No Se Toca hemos confirmado, mediante análisis de agua, 18 derrames mineros desde la mina Veladero, todos con presencia de mercurio en niveles iguales o superiores a los detectados en el derrame inicial de 2015.
La situación se agravó cuando, desde octubre de 2023, las autoridades locales dejaron de realizar los análisis de agua obligatorios por ordenanza municipal. La única “solución” fue suspender los estudios para que la población no se alarme, aunque la contaminación continúa.
3. ¿Qué impactos concretos ha tenido esta situación sobre la vida cotidiana de la comunidad?
Las familias que pueden permitírselo compran agua embotellada para beber y cocinar. Las que no, deben consumir agua de red o de pozos, con riesgo de contaminación. Toda la producción agropecuaria local utiliza el agua del río Jáchal, por lo que el problema afecta también a la seguridad alimentaria.
4. ¿Qué derechos sienten que están siendo vulnerados por esta situación ambiental?
Se vulneran los derechos al agua y a un ambiente sano, especialmente los derechos de las niñas y los niños jachalleros. La Convención sobre los Derechos del Niño establece en su artículo 24 que los Estados deben garantizar agua potable salubre y combatir las enfermedades derivadas de la contaminación ambiental. Nada de eso se cumple hoy en Jáchal.
5. ¿Cómo lograron formar la Asamblea para ser escuchados? ¿Ha dado resultado?
La Asamblea Jáchal No Se Toca se formó el 27 de febrero de 2015, cuando la comunidad se reunió en la plaza principal de Jáchal para rechazar la exploración de una mina de uranio a 20 km de la ciudad. Ese día participaron unas tres mil personas y se eligió el nombre de la Asamblea. En pocos días se reunieron cinco mil firmas, y el entonces gobernador debió revocar la autorización a la empresa Latin Uranium SRL.
Desde entonces, la Asamblea continúa activa. Hemos realizado presentaciones judiciales, campañas públicas y una bicicleteada de 1.400 km desde Jáchal a Buenos Aires en defensa de la Ley de Glaciares (2018). Además, mantenemos un acampe permanente desde octubre de 2015 frente al municipio, logrando frenar nuevos proyectos mineros en el Acuífero de Huachi, la última fuente de agua pura de la región.
6. ¿Qué lugar tienen los jóvenes en este proceso? ¿Participan? ¿Se interesan por estos temas?
Los jóvenes tuvieron un papel muy activo durante el primer año: manejaban las redes sociales, organizaban marchas y actividades. Con el tiempo, el cansancio y las presiones hicieron que muchos se alejaran. Sin embargo, siempre que se organiza alguna acción o actividad, vuelven a sumarse.
7. ¿Qué mensaje creen que es importante transmitirle a otras juventudes, tanto urbanas como rurales, sobre el vínculo entre el ambiente y los derechos humanos?
“A los jóvenes les pedimos que defiendan su derecho a un ambiente sano, que no se dejen contaminar por la cultura del descarte ni por la desesperanza. La libertad no es tal cuando no se tiene agua. Sin agua no se puede desarrollar ninguna actividad, ni vivir plenamente. Los poderosos del mundo cuidan más a las corporaciones que al ambiente y a las personas. Por eso, los derechos que no se defienden, se pierden.”
Reflexión final:
En Jáchal, el agua sigue siendo el hilo que une la vida, la memoria y la esperanza. La voz de esta comunidad resuena como un recordatorio urgente: sin agua, no hay futuro posible.








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